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Cambio de blog
Por Pepe Monteserín (6 de diciembre, 2010)
Lectores, id al otro blog moderno, en La Nueva España; desde hace una semana se ha modernizado la cosa.
30
Por Pepe Monteserín (1 de diciembre, 2010)
Un acierto limitar la velocidad a 30 Km. Quien entre en Oviedo sepa que no volverá a salir jamás. La Reina Roja, personaje de Lewis Carroll, le decía a Alicia que debería correr a toda marcha para seguir en el mismo sitio, y el doble para llegar a la octava casilla del tablero y convertirse en reina; por el contrario, aquí tendremos que circular a la mitad de la mitad de nuestra prisa para avanzar entre los cojines berlineses y los silbatos municipales. También van a colocar este letrero carrolliano en los accesos a Oviedo: “No se permite entrar hasta la semana posterior a la siguiente”. Ironías aparte, apruebo la medida y, por seguir en el País de las Maravillas, en palabras de la Duquesa: “Si todo el mundo se ocupase de sus asuntos, el mundo marcharía más deprisa”. Hasta Fernando Alonso piensa conducir despacio; ha fijado su meta, su casilla ocho, en el año 2020.
Planes
Por Pepe Monteserín (30 de noviembre, 2010)
Estos días recibo con el periódico pegatinas de Caja Rural que anuncian “los mejores Planes para el futuro”. Así, con mayúscula mercantil, e invitan a ir a cualquier sucursal con la pegatina, que llaman “Memo Stick”, ya les vale. Y eso que es Caja “Rural”, si llega a ser “Cosmopolita”… A lo que vengo: “planes de futuro” es pleonasmo, como lo es “proyecto de futuro”, “previsión de futuro”, “apuestas de futuro”, en el sentido de depositar la confianza en alguien, etcétera. Vale que depositemos esperanzas en el futuro, la vida tal parece que empieza mañana, pero deberíamos respetar el idioma presente. Dígase, por ejemplo, “planes de pensiones”, sin circunloquios ni redundancias fósiles. O que los publicistas pasen los textos antes al escritor Román Suárez Blanco, empleado de la casa. De otra manera, me temo que peligre el porvenir de nuestro pasado.
Vela
Por Pepe Monteserín (29 de noviembre, 2010)
Comienzan en la Universidad las jornadas sobre Fernando Vela. Sé de Vela por el magnífico profesor Luis Arias Argüelles-Meres, de casta le viene al de Lanio. Vela nació en Oviedo, en 1888, y murió en Llanes, en el Café Pinín, en un jaque a la descubierta cuando jugaba al ajedrez. En uno de sus ensayos, Vela se ocupó del fútbol y del comportamiento tribal que genera, que compara con la centrifugadora de azúcar. Pienso en esa máquina de las ferias, para hacer algodón, con un cuenco donde se pone una cucharadita de nosotros, mezclada con colorante; una fuente de calor nos derrite y un dispositivo nos hace rotar a gran velocidad, nos aleja de nuestro espacio interior, nos comprime el alma contra el exterior, hasta que la fuerza centrífuga nos disloca, ahíla y filtra por unos agujeritos; ahí entramos en contacto con el aire, que hincha al hincha y lo enrosca en un palo.
Villanueva
Por Pepe Monteserín (28 de noviembre, 2010)
“El primer tren después de alba”, de Javier Villanueva, es un drama de perdedores, relojes rotos para quienes el tiempo acabó. Respigos me dio la entrada renqueante de la vieja Lola (Carmen Turiel) por el abarrotado patio de butacas del Filarmónica, hasta llegar a su buhardilla, en el escenario, casi encima de las vías del tren; ahí se encontrará con su hijo Mario (Pablo Díaz), a quien todos daban por ahogado, perseguido ahora por un crimen que no cometió. Su novia, Patricia (Yasmina), se malcasó con Sebastián (Juan Ovejero), enemigo de la infancia de Mario, déspota jefe de la estación, al que desprecia. Un personaje no pierde, el vagabundo (Juan Roldán), otrora rico y poderoso que renunció a su estatus y a sus miedos y asegura, como Iván Ilich, el de Tolstoi, que la muerte no existe. Con Villanueva las pasará canutas hasta el apuntador, pero jamás perderá el teatro.
Construyendo
Por Pepe Monteserín (27 de noviembre, 2010)
En representación del Colegio de Aparejadores, que con el de Abogados y “Química del Nalón” es el patrocinador más antiguo de los Premios Fin de Carrera de la Universidad, asistí al acto académico que, por Santa Catalina, con la venia de Gotor, comenzó con la pobre conferencia de Marcelino F. Verdes, consejero de ACS, empleado ahí desde que terminó ingeniería, según dijo. El largo título, gerundiano, redundante, pareado y grandilocuente, da idea de lo que seguirá: “Construyendo el Futuro de la Construcción. Expansión Internacional”; gráficos de barras y un sonriente discurso anodino, plagado de obviedades y generalidades, como si hablara de una empresa sin alma. Parece que, además de no bajarse de su ACS, jamás se bajó del avión. Seguro que no es así, que es una persona familiar y ovetense de pro, pero me sentí decepcionado por su visión helada de la vida.
Ajo
Por Pepe Monteserín (26 de noviembre, 2010)
¡Bueno anda el ajo!, por eso lo planto aquí, aunque el dicho recomiende que los ajos, en San Virgilio, ni por sembrar ni nacidos. Además de antídoto contra gusanos intestinales, sus virtudes son mil, como sus refranes. Metiendo un diente de ajo por donde metemos los supositorios curamos el prurito anal que, en ocasiones, él mismo provoca; quien se pica ajos come. Nuestra cocina, según Camba en “La casa de Lúculo”, estaba llena de ajo y de preocupaciones religiosas; el ajo mismo era una preocupación religiosa, utilizado como espantabrujas. Incluso a los ladrones espantábamos cuando comíamos ajos al natural; con pan y ajo crudo camino seguro. Llegó el boom inmobiliario, empezamos a consumirlos con angula, con bacalao al pil-pil, en alioli con gambas…, hasta que se descubrió el ajo de las sub-prime. Muchos ajos en el mortero, mal los maja el majadero.
Chispita
Por Pepe Monteserín (25 de noviembre, 2010)
La “Cervantes” Ana María Matute no es de discursos; lo dijo en 1998 cuando ingresó en la RAE. Antes la conocí un agosto en Santander, en “Los Martes Literarios” que promueve la “Menéndez Pelayo”, allá en la Magdalena. Acudí temprano pero, cediendo la butaca a las mujeres, terminé sentándome en el suelo de un Paraninfo abarrotado. “No soy de discursos”, dijo Ana nada más llegar, “preguntadme cosas”. Así, sonsacándole, contó (también lo contó en la RAE) que cuando era niña le gustaba que la castigaran en el cuarto oscuro, donde descubrió el fulgor de la oscuridad, el mágico resplandor de la nada aparente, y cómo una vez, en ese cuarto, al partir entre sus dedos un terrón de azúcar, vio brotar una chispita azul. Ese terrón es el que nos niegan los mandamases sin imaginación, esos que más necesitan la chispita azul, a quienes vivimos en el cuarto oscuro.
Modestia
Por Pepe Monteserín (24 de noviembre, 2010)
Mourinho, entrenador del Madrid, agradece a Dios no tener modestia; se vanagloria de ser presuntuoso, pero es agradecido y creyente, se gloría en el Señor, como dice Pablo en la segunda carta a los Corintios: “Qui autem gloriatur, in Domino glorietur”. Según Mourinho, la modestia no ayuda en nada. Y tiene su razón. Cien empresarios y economistas, nada modestos, convocados por la Fundación Everis, presentaron al Rey Juan Carlos un manifiesto para proponer un plan de transformación de la economía española, que resume así: Apostar por el talento; Competitividad; Estado del bienestar; Capital financiero; Administración eficiente; Marca España; Estrategia país, e Identidad de la sociedad civil. Aquí, Dios ni se menta porque estos cien son más soberbios que Mourinho y que Dalí; también el ampurdanés decía que la modestia no era su especialidad.
Maestros
Por Pepe Monteserín (23 de noviembre, 2010)
La LOE incentiva la jubilación de maestros y profesores, que se acogen a este beneficio en cuanto pueden; enseñar al que no sabe es agotador, especialmente cuando no quiere aprender. Aún así, estoy en contra del retiro anticipado, y a favor de retrasarlo y retrasar la vejez y la petanca, en una sociedad empobrecida. Ante la creciente retirada de cansados, no siempre voluntaria, los sindicatos pretenden cubrir las vacantes con nuevos instructores, jóvenes con ilusiones; y lo suscribo. El vacío en la educación es tan peligroso o más que en el estómago, porque los síntomas se manifiestan demasiado tarde. Voto por la convocatoria de oposiciones y la contratación de maestros y profesores con bastón de mando y complemento de productividad, si nos desasnan a tiempo; urge su ayuda para formar personas libres y honradas, con capacidad para discernir bien.