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Meta
Tazones, el mar en el bolsillo
Por Luis Arias
A Xicu Xabel Díaz Yepes, por su asturianía
Tazones no esperaba por Carlos V; los comuneros castellanos, sí, y no precisamente para brindarle una entusiasta bienvenida. Acaso ni siquiera se presuponía por estos lares que con la entronización del Emperador que venía de lejos cambiarían demasiado las cosas. Y es que, entonces como ahora, estábamos muy lejos de casi todo; ya en aquellos días, el síndrome de insularidad, si bien no definido, habitaba entre nosotros. Y, en cualquier caso, se diría que Tazones es el enclave pintiparado para que apareciesen, sin saber cómo, aquellas embarcaciones que escoltaban al nuevo César. Como si el mar quisiera hacerles conocer un sitio único, antes de que se dispusiesen a iniciar una era histórica. Como si el mar pretendiese humanizarlos.
Desembarco accidental que supone un pretexto para celebraciones festivas cada verano, que no tiene otro significado que no sea recordar un acontecimiento que se presta a la retranca. Ni la épica, ni la lírica, sino el relato en clave de coña asturiana. No es un episodio que evoque glorias; es una anécdota divertida. Sobre ella, la fiesta. ¡Bendita coña la nuestra! Aquí, en Tazones y en Asturias, bromeamos con la historia, y con tal valiosa materia prima somos productores de leyendas. Ello es en verdad admirable. La supuesta llegada de Carlos V ni se cuenta ni se declama con heroicos dáctilos y espondeos, sino que su musiquilla tiene el inequívoco ritmo de la sorna. Leer el resto de la entrada »
Malleza, un presente histórico
Por Luis Arias
En muy contadas ocasiones acontece que, más allá del significado de un concepto propiamente dicho, su mero enunciado resulte de asombrosa eficacia para referirse a muy distinto asunto. Digo esto, porque lo que más se acomoda a una definición de Malleza sería esto que nos sirve de título: un presente histórico. El viajero no se encontrará con las ruinas de un antiguo esplendor; tampoco se dará de bruces con algo desgajado de su tradición sin sabor alguno. Lo que Malleza ofrece al visitante es, en efecto, un presente histórico, donde las huellas del pasado relucen y donde el día a día transcurre sin exangües melancolías que sofoquen su ritmo.
No es necesariamente nostálgica la mirada hacia el pasado, siempre que éste suponga una raíz viva que nos sustenta y que nos conmina a afrontar el presente. Así es en el caso de Malleza. Recordar aquellas glorias comunes de las que Renan hablaba en su concepto de nación no implica volver la espalda al hoy que vivimos y que, queramos o no, galopa tan vertiginosamente. Así es también el caso de Malleza. Leer el resto de la entrada »
Desde Somiedo
Por Luis Arias
¿Con qué se encuentra el viajero al llegar a la Pola de Somiedo tan pronto levanta la mirada? ¿Qué puede suscitarle su encuentro con la montaña que tiene tras de sí, por la que se accede a Valle del Lago? ¿Cómo no sentir un inevitable estremecimiento ante ese inmenso altar que contiene tan dispersos y diversos tesoros paisajísticos, pero a los que no se puede acceder de repente, sino que se necesita tiempo para ir de asombro en asombro y de contraste en contraste?
Cuando la naturaleza no es amable y sumisa, sino indómita, cuando las montañas ofrecen resistencia no sólo a ser recorridas, sino también a ser contempladas con sosiego, cuando los lagos gustan de esconderse cuanto pueden, cuando las praderías también juegan al escondite, cuando el agua nos acompaña de continuo, cuando la lejanía de otros ruidos y furias está más que garantizada, Somiedo empieza a ser disfrutado, entrando en nosotros de forma tal que la experiencia es, si no única, sí, al menos, inolvidable. Leer el resto de la entrada »
Las colonias escolares de Salinas
Por Luis Arias
A través de mi buen amigo José Manuel Feito, doña Maite Sela me ha hecho llegar las fotografías que van a ser glosadas en el presente texto. A ambos les dedico este artículo, testimoniándoles, así, mi gratitud.
En algún sitio escribió Séneca que la ignorancia es una de las cosas que mayor resistencia ofrece a emprender su retirada. No estaba muy lejos de pensar lo mismo el conjunto de profesores de nuestra Universidad que pasaría a ser conocido como el Grupo de Oviedo cuando, pocos años antes de que se crease la llamada Extensión Universitaria, se pusieron en marcha las colonias escolares. Lluis Álvarez, en su libro sobre la historia de nuestra Universidad, consigna con admirable precisión: «Las colonias escolares universitarias -que, siguiendo directrices ginerianas, tanto se preocupó Aniceto Sela de fomentar, para futura residencia veraniega de niños, en las que se perseguía el fortalecimiento físico y la educación al estilo de Pestalozzi- recibieron desde el principio el apoyo de la Real Compañía Asturiana de Minas». Leer el resto de la entrada »
Besullo, el teatro y la escuela
Por Luis Arias
A Antonio Fernández Insuela, por su empeño, desde el rigor y el entusiasmo, en poner en su sitio la obra de Casona.
Besullo y la casa de los siete balcones. El hijo más notable de este pueblo no sólo la inmortalizó con la obra que lleva este título, sino que se identificó con ella hasta el extremo de convertirla en su apellido literario. Para Alejandro Rodríguez Álvarez la casona era suya, y, sobre todo, él se sentía de la casona, aunque no nació en ella donde estaba radicada la escuela, sino en otra casa del pueblo. Pero, en todo caso, ahí está uno de los hitos de su producción teatral. Es ciertamente, un logro poético que una edificación tan asturiana forme parte de la nómina de la mejor literatura dramática del siglo XX. Y es también, a no dudarlo, una forma de universalizar algo tan genuinamente nuestro. Leer el resto de la entrada »
Llanes, metafísica de lo atopadizo
Por Luis Arias
A la memoria de Fernando Vela (1888-1966), uno de los asturianos más clarividentes e injustamente olvidados)
Ortega, en su libro inconcluso «La Idea de Principio en Leibniz», alude a un término asturiano: «atopadizo». Y dice así: «En suma, el Mundo como «resistencia», a mí me revela el mundo como «asistencia». Si fuese sólo ubmeimlich, desazonador, «infamiliar», me hubiera ya ido, y el sentimiento de «infamiliaridad» o desazón, no existiría si no existiese su opuesto: lo atopadizo y sazonado». Y añade a pie de página: «Este vocablo asturiano es el único que traduce exactamente el heimilich, el gemülich alemán y el cosy inglés».
Pues bien, al pasear por Llanes, sobreviene el recuerdo de Fernando Vela, uno de los asturianos más clarividentes y olvidados, que frecuentaba la villa en la que falleció el 6 de septiembre de 1966. Y es pertinente barruntar que pudo haber sido el propio Vela quien le hablara al maestro de Asturias y de sus vocablos. En una palabra, que el término «atopadizo» lo conociese Ortega a través de su discípulo. Leer el resto de la entrada »
De hermandades y orfandades
Por Luis Arias
A Miguel Solís Santos, algún día se hablará del tiempo aquel en que Avilés y Asturias contaron con un espíritu renacentista de tan altos vuelos que no fue avistado por ruidos, furias, anteojeras, envidias y estulticias.
¡Qué lejos queda 1277! Es el año en que se conforma la primera hermandad municipal, en el alto de La Espina, que, presidida por el concejo de Avilés, nacía para la mutua defensa de las principales pueblas occidentales: Pravia, Grado, Salas, Somiedo, Valdés, Tineo, Cangas y Allande. No es ni puede ser casual que, ya desde entonces, el occidente de Asturias y Avilés se hermanasen en busca de un destino común al que la geografía y la historia vinieron poniendo tantos impedimentos.
A poco que se conozca el occidente de Asturias, podrá observarse que las confluencias van del Narcea al Nalón y desde la desembocadura de éste hasta las inmediaciones avilesinas. A poco que se repare en anécdotas, se caerá en la cuenta de lo significativo que resulta que Palacio Valdés hablase del jamón de Avilés, marca que tiene su registro, cuando se trataba del jamón de Tineo que se comercializaba en la ciudad que tan importante fue en la vida y obra del escritor lavianés. A poco que se rastree en la historia económica e industrial de Asturias, nos encontramos con datos como éste: en 1908, la localidad belmontina de Selviella despegó económicamente como consecuencia de la construcción de una Central Hidroeléctrica por parte de la Compañía Popular de Avilés. Así pues, energía nacida en el occidente de Asturias para suministrar luz eléctrica a Avilés, energía que, a su vez, se generaba también por la inversión de unos capitales que tenían como origen la emigración a América, otro de los grandes denominadores comunes en la historia de nuestra tierra. A poco que se recuerden las trayectorias vitales, se recordará que las gentes del occidente de Asturias se examinaron durante mucho tiempo del ingreso de Bachillerato en Avilés. Leer el resto de la entrada »
Grao, mercancía astur
Por Luis Arias
A Juan Álvarez Corugedo, memoria viva de su padre don Valentín Andrés Álvarez, sin duda, una de los asturianos que vislumbró con mayor clarividencia el significado de su tierra.
Muchas noches, desde el Alto de la Cabruñana, camino de Oviedo, se percibe a lo lejos el resplandor de la capital. Muchos amaneceres, desde el mismo lugar, conforme avanzamos hacia Grao, se tiene la impresión de que hay en la geografía circundante una irrenunciable voluntad de confluencia en la villa moscona. Se diría que hacia ella se orientan los frutos de temporada de los trabajos y los días de los contornos. Es el apeadero de las mercancías que parecen haber nacido para ser comerciadas en el concejo que vio nacer, entre otras celebridades, al hombre que puso en marcha los estudios de economía en la Universidad española, es decir, a don Valentín Andrés Álvarez, y también a uno de los grandes comerciantes de nuestro país en el siglo XX, a Ramón Areces, por no hablar asimismo de otro afamado empresario moscón como fue Pepín Fernández, sin olvidarnos tampoco de César Rodríguez, tío de don Ramón y valedor de éste. Leer el resto de la entrada »
Esplendores tinetenses
Por Luis Arias
A Manuel Fernández de la Cera, tinetense célebre, en testimonio de admiración y amistad.
Se reanuda, con esta entrega que glosa dos fotografías tinetenses, la serie «Asturias de ayer a hoy», que comenzó su andadura durante el verano de 2008. Se trata, hoy como entonces, de invitar al lector a compartir un recorrido por la historia de diversas localidades asturianas que arranca en los albores del siglo XX.
A ello vamos, comenzando por Tineo.
Suroccidente de Asturias. Amplia y accidentada geografía. Ilustre y asombrosa historia. Piense el lector por un momento que un concejo como el de Tineo vio nacer a Pedro Rodríguez de Campomanes, a Rafael del Riego y a José Maldonado. Reparemos en qué circunstancias de aislamiento geográfico se desenvolvieron no pequeña parte de los trabajos y los días de estos personajes, lo que no fue óbice para que todos ellos alcanzasen una innegable notoriedad en su tiempo. Leer el resto de la entrada »
Gijón, calle Corrida, el reloj en marcha
Por Luis Arias
Hay momentos en los que la historia se conduce con un irrefrenable ímpetu de avance, de desarrollo, de cambio en busca de esplendores. Hay ciudades donde la omnipresencia de un solo hombre y de un solo nombre es manifiesta. Así, cuando arranca el siglo XX empujado por el afán de modernidad de los últimos años de la centuria anterior, la fisonomía de las ciudades
da cuenta de los nuevos tiempos que se están viviendo. Así, Gijón, donde nació la figura que fue la cabeza más clara de su época en España, siguió durante mucho tiempo la estela que marcó su hijo más ilustre camino del progreso y del estudio. Leer el resto de la entrada »